martes, 12 de agosto de 2008

las monjas frente al puticlub

la monjita portera del convento que estaba frente al puticlub veía caba mañana salir del local a un mismo hombre, y un día habló con la madre superiora: "este señor está profundamente arrepentido de frecuentar ese antro de pecado, lo sé porque cada mañana al salir lo primero que hace es santiguarse, fíjese madre si el pobre necesita un poco de ayuda u orientación espiritual para dar el paso de dejar ese vicio". y la madre superiora: "pues no estoy muy segura si será arrepentimiento, hermana, porque si vuelve cada noche..." así que a la mañana siguiente se asomó también la madre superiora para comprobar si de verdad hacía ese gesto tan pío, y efectivamente comprobó con sus propios ojos que era lo primero que hacía al salir del puticlub. deciden asaltarlo antes de que se montase en el coche para reconducirlo al buen camino: "oiga, caballero... hemos visto que está usted arrepentido de sus pecados y queremos ayudarlo a abandonar esos hábitos que disgustan al señor y lo atormentan a usted..." "¿cómo? no, hermanas, si a mí me gusta mucho venir aquí..." y las monjas, sorprendidas, responden: "pero si hemos visto que todos los días se santigua nada más salir..." y responde el tipo: "¿que me santiguo? no hermanas, desde que hice la comunión no... lo que hago es comprobar que llevo: las gafas puestas, la cremallera subida, aquí la cartera, aquí el celular, no me huelen las manos a coño... pues para casa!"

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